13 de agosto de 2009

Comenzando a vivir lo postergado

Yo he cantando toda mi vida. A los 10 años obtuve mi primera guitarra. Mi madre me mando a un profesora que intentó enseñarme solfeo y teoría. No se a cuantas clases fui, pero a mi me pareció una eternidad! Yo solo quería cantar y empañarme con la guitarra, pero esa "aburrida" profesora no me enseñaba a "tocar"!... asique, lógicamente, deje de ir. Un amigo de aquella época que tocaba la guitarra y que tenia solo un año mas que yo (por ese entonces andábamos por los 12), me dibujo en un papelito los tonos, me mostró cómo y dónde poner los dedos y ahí nomas arranqué con lo que se convertiría en mi pasión.


Con los años descubrí que mi oído musical es muy bueno. Puedo distinguir el mas mínimo error al afinar o al cantar una nota. Desde chica pude afinar mi guitarra sin ayuda de un diapasón, o de otro instrumento que me sirviera de referencia, y con los años fui descubriendo y aprendiendo a hacer arreglos vocales de cualquier canción, ya sea "La cucaracha" o de "La cumparcita"

Durante mi adolescencia y juventud he pasado fines de semana completos en casa de amigos guitarreando y jugando con las voces, volviendo a mi casa llena de energía y buenas vibraciones, pero siempre con la pesada carga de "no saber música".

He participado en mas de 6 o 7 coros vocacionales, algunos solo con buenas intensiones y otros con muchisima trayectoria. Pero siempre con mi limitación de no poder leer una partitura. Y mi "autopromesa": Algún día voy a estudiar música.

Pues el día llegó. El próximo 24 de agosto comenzare a estudiar "Music in Performance" en el Houston Comunnity College. Se trata una carrera de 2 años que te da las nociones básicas para poder tocar un instrumento o cantar.

Estoy muy feliz, y pretendo, a través de este blog, compartir esa experiencia, así como publicar cosas de interés musical que estén dando vueltas por ahí.

Espero contar con tu acompañamiento!


11 de agosto de 2009

Las pasiones que vienen del estomago

Seguramente al leer este titulo pensaran que voy a hablar de comida. Si es asi, pensaron mal.
.
Voy a hablar de esas pasiones que se sienten en el estomago. Hablo de eso que viene con uno, que uno no busco, que es casi casi la esencia de uno mismo
.
Hace unos años leí un cuento de Mamerto Menapace que se llama “Morir en la pavada” Habla de un cóndor que se crió entre pavos. Hay un párrafo que dice: “Un mediodía de cielo claro y nubes blancas allá en las alturas, nuestro animalito quedó sorprendido al ver unas extrañas aves que planeaban majestuosas, casi sin mover las alas. Sintió como un sacudón en lo profundo de su ser. Algo así como un llamado viejo que quería despertarlo en lo íntimo de sus fibras. Sus ojos acostumbrados a mirar siempre el suelo en busca de comida, no lograban distinguir lo que sucedía en las alturas. Pero su corazón despertó a una nostalgia poderosa. ¿Y él, porqué no volaba así? El corazón le latió apresurado y ansioso.”
(Pueden leer el cuento completo AQUÍ)

.
Esa es la pasion de la que hablo. Es una sensación absolutamente conectada con nuestra intimidad, nuestra esencia, nuestro yo más íntimo. Es una vibración que nace de nuestras entrañas y nos grita desde adentro “para esto naciste!” Es esa sensación que tiene el que escucha una chacarera y “se le van las patas pa’ bailar”; Es la que tiene el fotógrafo al ver una lata en el piso y él no ve una lata sino una fotografía de concurso; Es la que siente el artesano al tomar un trozo de madera en sus manos, pero él solo ve lo que hay adentro y que él, con sus gubias se encargará de sacarlo.
.
Yo experimento esa sensación cada vez que escucho un grupo vocal. Las voces en perfecta armonía desarmando una canción en voces opuestas y complementarias para volverla a armar al sonar juntas… el sonido perfecto de aquellos que cantan con el alma y se unen en esa perfección. “Se me va el alma” al sentir esas voces, experimentando la mayor creación hecha por el hombre (la música, a mi parecer), jugando con los sonidos en una combinación perfecta de graves y agudos, intensidades y silencios, vibraciones y pasión.
.
Muchas veces pasamos la vida sin tener esa sensación. O lo que es peor: Pasamos la vida teniendo esa sensación e ignorándola por completo.
.
Y a ustedes: ¿Cuál esa pasión que les viene del estomago? ¿Qué es lo que los hace vibrar y los hace sentir que “para eso nacieron”?. Si no lo saben todavía, los animo a descubrirlo, y si ya lo saben…. ¿aceptaron el reto de entregarse a esa pasión?